La combinación del dulzor de los higos con el sabor del queso marinado y el crujiente de los frutos secos sobre la ligereza de la pasta filo, convierten a este postre en algo más que delicioso. Toda una sorpresa en el paladar para todos y que ahora puedes preparar en casa para los que más quieres.
- Cubrir una bandeja de hornear con papel sulfurizado. Extender una lámina de pasta filo encima y, con la ayuda de un pincel, pintarla con la mantequilla clarificada, previamente fundida. Disponer encima una segunda lámina de pasta filo, también untada de mantequilla. Espolvorear con el perejil y tapar con la tercera lámina de pasta filo. Pintar con la mantequilla y hornear durante 8 minutos a 180º. Recortar en forma de torteles y reservar.
- Poner el queso en un bol y trabajarlo con un tenedor, añadiendo un poco de pimienta al gusto.
- Lavar y cortar los higos a cuartos. En una sartén, hacer un caramelo con la mantequilla y el azúcar y saltear los higos.
- Tostar los frutos secos.
- Presentar realizando unas “quenelles” con el queso. Esparcir los frutos secos tostados por encima de los higos templados.