- Batir el queso crema, la mantequilla y los 35 g de azúcar, hasta que la mezcla esté cremosa.
- Incorporar la harina y la sal. Mezclar hasta obtener una masa homogénea. Si pide más harina, incorporar algo más poco a poco.
- Dividir la masa en dos, formar dos bolas de masa, envolver en film y refrigerar 12 horas mínimo.
- Extender cada masa con rodillo, hasta formar dos círculos finos.
- En cada círculo de masa, extender con espátula el dulce de leche en un círculo y la confitura de membrillo en otro, dejando un borde de aproximadamente 2 cm alrededor.
- Espolvorear 100 g de coco rallado en cada círculo.
- Con ayuda de un cuchillo o cortapastas, dividir cada círculo en 12 triángulos.
- Enrollar cada triángulo, empezando por el borde redondo, sin hacer presión al enrollar.
- Disponer cada rollito en una bandeja y enfriar durante unas 2 horas.
- Calentar el horno a 170ºC. Barnizar cada rollito con la mezcla de huevo y nata y espolvorear con azúcar.
- Hornear 30 minutos. Es mejor hacerlo a una temperatura no muy alta para que los rollitos se horneen bien por dentro.
- Enfriar en rejilla.