Esta deliciosa, ligera y refrescante sopa de jugo de tomate con apio, se convierte en un plato exquisito gracias a la quenelle de helado de queso Brie Reny Picot. Los tomates son para el verano y es cuando podemos obtener de ellos lo mejor de su sabor. Si no tenéis tiempo, se puede usar zumo de tomate ya hecho, pero merece la pena usar en el verano el tomate natural y hacerlo en casa.
El helado de queso Brie lo hemos aromatizados con Romero que tiene un punto ligeramente dulce y armoniza de maravilla con la «acidez» del tomate.
Para el helado:
- Mezclar en un cazo la leche, el azúcar, las yemas y el romero. Llevar a ebullición a fuego medio y sin dejar de remover, evitando así que las yemas se corten.
- Una vez hierva, retirar y añadir el queso cortado en trozos.
- Remover hasta que el queso se haya fundido, colar y pasar a un recipiente de vidrio o metálico que se pueda llevar al congelador.
- Una vez fría la mezcla, retirar el romero, congelar y cada hora (al menos 4 veces) batir con un tenedor. Si se tiene una máquina de hacer helado, batirlo en ella.
Para la sopa de tomate:
- Pelar los tomates, cortar y reservar 4 tomates: sacar la pulpa entera y partir en 1/4 las paredes del tomate para servir en cada plato.
- En la licuadora, poner los tomates restantes, la cucharadita de azúcar y una rama de apio cortada y sin hebras.
- Colar, sazonar con sal y pimienta y enfriar en la nevera.
- Con el apio restante, cortar tiras en juliana y ponerlas en agua con hielo.
Para servir, poner en cada plato una base de jugo de tomate, encima el corazón de cada tomate, el apio en tiras, los cuartos de tomate y la querelle de helado Brie. Espolvorear con pimienta y un chorrito de aceite de oliva.
